
Cómo diseñar una piscina para hidroterapia en casa
Características esenciales
Para que una piscina cumpla con los requisitos de la hidroterapia, es fundamental considerar varios aspectos en su diseño y construcción.
1- Dimensiones y profundidad adecuadas
El tamaño de la piscina dependerá del espacio disponible y del uso específico que se le quiera dar. Para ejercicios de movilidad, una profundidad de entre 1,2 y 1,5 metros es suficiente. Sin embargo, si se van a realizar terapias de flotación o rehabilitación con asistencia, puede ser conveniente contar con áreas de menor profundidad, incluso de 0,8 metros.
2- Temperatura del agua controlada
El control de la temperatura es esencial para lograr los beneficios de la hidroterapia. El agua templada entre 32 y 36 grados ayuda a relajar los músculos, mejorar la circulación y aliviar dolores articulares. Para ello, se recomienda la instalación de un sistema de calefacción eficiente que permita mantener la temperatura estable sin grandes fluctuaciones.
3- Sistemas de hidromasaje y chorros de agua
Los jets de hidromasaje son uno de los elementos más importantes en una piscina terapéutica. Permiten aplicar presión en distintas áreas del cuerpo para reducir la tensión muscular y mejorar la circulación. Para maximizar sus beneficios, es recomendable contar con chorros ajustables en diferentes posiciones.
4- Accesibilidad y seguridad
Las personas que requieren hidroterapia pueden tener movilidad reducida, por lo que la accesibilidad debe ser una prioridad. Algunas adaptaciones recomendadas incluyen:
- Rampas de acceso con pasamanos.
- Sillas elevadoras o grúas hidráulicas.
- Escaleras anchas con peldaños poco profundos.
- Superficies antideslizantes dentro y fuera de la piscina.
5- Iluminación adecuada
Una buena iluminación no solo contribuye a la estética, sino que también mejora la seguridad y la relajación. Las luces subacuáticas con tonos cálidos ayudan a generar un ambiente más tranquilo, mientras que una iluminación perimetral facilita el acceso a la piscina en horarios nocturnos.
6- Elementos de flotación y apoyo
Para quienes necesitan asistencia en el agua, contar con elementos de flotación como barras de apoyo, sillas flotantes y cintas de sujeción puede ser muy útil. Estos accesorios permiten realizar ejercicios de rehabilitación sin esfuerzo excesivo.
7- Espacio para ejercicios de movilidad
Si la piscina será utilizada para sesiones de fisioterapia o ejercicios de bajo impacto, es importante que tenga suficiente espacio libre de obstáculos. Se pueden instalar barras laterales para que los usuarios se sujeten mientras realizan movimientos específicos.
Mantenimiento y tratamiento del agua
El tratamiento del agua en una piscina de hidroterapia debe ser cuidadoso para evitar irritaciones en la piel o problemas respiratorios. En lugar del cloro tradicional, se recomienda el uso de sistemas de desinfección como:
- Ozono, que elimina bacterias sin generar residuos químicos.
- Salinidad controlada, ideal para evitar irritaciones en la piel.
- Filtros de alta eficiencia, que mantienen el agua limpia sin necesidad de químicos agresivos.
Espacio de relajación adicional
Para complementar la experiencia de hidroterapia, es ideal contar con un área de descanso cerca de la piscina. Camas térmicas, saunas o duchas de contraste pueden potenciar los beneficios terapéuticos y mejorar la recuperación muscular.
El diseño de una piscina de hidroterapia en casa no solo ofrece un espacio de relajación y bienestar, sino que también contribuye a la salud física de quienes la utilizan. Con los elementos adecuados, es posible transformar cualquier espacio en un entorno terapéutico adaptado a las necesidades personales.