Mito 1: "Si el agua se ve cristalina, significa que está limpia"

Uno de los errores más comunes es asumir que el agua transparente es sinónimo de agua saludable. Si bien la claridad visual es un buen indicador, la calidad del agua depende de factores invisibles como el pH, la presencia de microorganismos y la cantidad de desinfectante. Un agua aparentemente limpia puede estar contaminada con bacterias o algas en formación.

Verdad: Es fundamental analizar el agua periódicamente con kits de prueba para verificar los niveles de pH, cloro y otros químicos. Mantener un equilibrio químico adecuado evitará problemas a largo plazo.


Mito 2: "Cuanto más cloro, mejor"

Algunos creen que agregar una gran cantidad de cloro garantizará una piscina más limpia y libre de microorganismos. Sin embargo, un exceso de cloro puede ser perjudicial tanto para la piel y los ojos de los bañistas como para los componentes de la piscina, provocando corrosión y daños en los equipos.

Verdad: El nivel de cloro debe mantenerse entre 1 y 3 partes por millón (ppm) para una desinfección eficiente sin causar problemas. Un exceso puede generar olores fuertes y hasta irritaciones en la piel.



Mito 3: "El sol ayuda a mantener la piscina limpia"

Es común pensar que el sol es un aliado en la desinfección del agua debido a su capacidad para eliminar ciertas bacterias. Si bien la luz solar puede ayudar en algunos procesos naturales, también acelera la evaporación del cloro, reduciendo su efectividad y favoreciendo la proliferación de algas.

Verdad: Para evitar que el cloro se degrade rápidamente bajo el sol, es recomendable usar estabilizadores como el ácido cianúrico y cubrir la piscina cuando no se esté utilizando.


Mito 4: "El agua de la piscina no necesita cambiarse nunca"

Muchas personas creen que, con el mantenimiento adecuado, el agua de la piscina puede durar indefinidamente sin necesidad de reemplazo. Si bien es cierto que el tratamiento químico y la filtración ayudan a mantener el agua en buen estado, con el tiempo, los residuos disueltos se acumulan y afectan su equilibrio.

Verdad: Se recomienda renovar parcial o totalmente el agua cada cierto tiempo, dependiendo del uso de la piscina. Un reemplazo parcial anual puede ser suficiente en muchos casos.